Nacionalismo político y solidaridad proletaria
(GERMINAL ESGLEAS, Revista Blanca, Barcelona 21 de septiembre de 1934, num. 296)
Ciertas personas dicen; «A espaldas del catalanismo, la CNT-AIT., en Cataluña no hará nada. La CNT-AIT., en Cataluña, debe hablar al pueblo, en catalán, interpretar los sentimientos del pueblo catalán».
Es esta una de tantas afirmaciones, hecha de contrasentidos, que encierra un fondo capcioso, puesto que pretende presentar a la CNT-AIT. como enemiga de la «libertad» política de los pueblos, y que hay interés en hacer circular.
Se querría que la CNT-AIT., en vez de estrechar en abrazo fraternal a todo el proletariado ibérico, se circunscribiera a los límites políticos de Cataluña y fuese instrumento dócil a determinada política de gobierno. Encerrar la actividad del proletariado catalán dentro el estrecho marco de unitarismo regional, seccionando los lazos de fraternidad con el de las demás regiones, es el sueño acariciado por ciertas gentes. Hay quien se presta a ese juego pretendiendo crear organismos sindicales afines a la política catalanista, pero el fracaso acompaña estos intentos porque la masa obrera catalana consciente se muestra a ellos refractaria.